Seguimos avanzando en el curso y una de las actividades ha resultado especialmente estimulante, se trata de reflexionar sobre los posibles problemas que esta práctica educativa puede conllevar.
¿Resulta estimulante hablar de los problemas que podemos encontrarnos al utilizar una determinada metodología? ¿Justo al principio de un curso? ¿No podría esto "dinamitar" nuestra motivación? 

Sí y no. Hablar de los problemas que podemos encontrarnos, que efectivamente vamos a enfrentar, puede resultar desmotivante, sobre todo añadimos esta gotita de agua a las numerosas tareas, a veces poco gratificantes, que tenemos como profesores y tutores, (a veces pienso que mi trabajo es hacer papeles y que de vez en cuando debo interrumpirlo para dar una clase), pero también puede es gratificante, creo yo, mirar con realismo la práctica docente. No sé vosotros, pero yo estoy harta de cursos y ponentes que me hablan maravillas de aplicaciones, metodologías,... que luego, una vez entramos en el aula, en el día a día, nos damos cuenta de que están pensadas para trabajar con alumnos redondos en el vacío. 

Es este hartazgo de idealidad el que ha hecho que vea como un acierto esta actividad, este periodo de reflexión en el que hemos pensado en las dificultades que podemos encontrar y en la forma en la que se pueden solucionar, y ha sido igualmente refrescante y motivador leer las soluciones que a problemas comunes han aportado el restod e mis compañeros de curso.
Aquí dejo una selección, los problemas a los que yo he aportado solución.


Blogger templates